Cuando las arenas del tiempo
se vuelvan livianas,
cuando el tacto se torne áspero
sobre mi piel,
cuando al caminar tropiecen
todos mis pasos,
y el tiempo tenga prisa
por venirme a ver,
por las ventanas rotas
de mi alma cansada
seguirá entrando la luz
del amanecer,
que serán tus ojos
despertando en los míos,
que será tu sonrisa
calentando mi piel.
Etiqueta: sonrisa
Tropezar
Tropezó
mi corazón
en tu mirada
y al levantar
faltó un latido
en mi existencia
y yo cargaba
una sonrisa más.
Su red
Vestida de rojo rubí,
y de azabache dulzura,
llegó hasta mi tu sonrisa,
montando rayos de luna.
Lanzó su red tu mirada,
de finas hebras risueñas,
y por beber de tus ojos,
mi sueño atrapóse en ella.
Quizás esa dulce miel
del cielo de tu mirada
no ha de calmar mi sed,
pero al tejer la lazada,
azabache, rubí y miel,
ignoran el alma atrapada.